Hace poco me encontré reflexionando sobre cómo funcionan los relojes en nuestra
vida.
No los de la pared ni el móvil, sino el reloj más fascinante de todos:
el que llevamos dentro.
Imagina que tu cuerpo es una orquesta, donde cada órgano, célula y bacteria
intestinal toca un instrumento.
El director de esta orquesta es tu "reloj maestro", ubicado en tu cerebro,
marcando el compás de cada proceso.
Y hasta cuándo y cómo metabolizas los alimentos.
Pero... ¿qué pasa cuando los músicos llegan tarde o no están afinados?
Seguramente nos sangren los oídos.
Esto es lo que sucede cuando los ritmos circadianos —nuestro reloj biológico
interno— se desajustan.
Según un reciente estudio de principios de este año, la microbiota intestinal
también tiene su propio "reloj", no trabajan las 24 horas del día, y ambos
trabajan en perfecta sinfonía...
…
siempre y cuando mantengas los hábitos adecuados.
Sin embargo, con las largas jornadas frente a pantallas, cenas tardías, dormir
poco, comer en horarios irregulares y esos picoteos a diario, es fácil caer en
un círculo vicioso donde todo se descompone.
Donde se crea ese pequeño (o no tan pequeño) caos.
Donde se desajusta el reloj de nuestra microbiota.
Cuando los relojes de tu cuerpo pierden la sincronía, no solo aumentan las
ganas de comer a deshoras, sino que el metabolismo se vuelve menos eficiente.
Una sinfonía desordenada que puede abrir la puerta a problemas como el aumento
de peso, el cansancio crónico, alteraciones metabólicas entre otras muchas
cosas.
La buena noticia es que puedes volver a ser la directora de tu orquesta.
Aquí tienes 4 pasos sencillos que puedes implementar hoy mismo:
-
Define un horario regular para tus comidas.
Dale estructura
a tus días, come siempre a las mismas horas.
-
Cena temprano y evita comidas copiosas.
Facilita una buena
digestión.
-
Evita los
snacks
constantes fueras de horas.
-
Mima tu microbiota.
Incluye alimentos ricos en fibra,
fermentados y probióticos.
*Este último
punto tiene un pequeño matiz, porque depende de si has sido diagnosticada de
alguna patología digestiva y tienes que excluir algunos alimentos de tu plan
nutricional ya que, aunque sean saludables, pueden sentarte mal.
La relación y el equilibrio entre tu microbiota y tus ritmos circadianos pueden
llevarte a vivir con más energía, salud y armonía.
Y… relacionado con el punto 4, tengo que decir que después de pensarlo, lo más
probable es que para el mes haga una formación en formato de webinar online
sobre
salud digestiva y microbiota.
Para que tengas toda la información de cómo puedes mimar tu microbiota a través
de estas herramientas.
(Sin olvidar todos los demás factores)
Ni el precio. Solo sé que, por estar en esta newsletter, el precio va a ser muy
asequible para ti.
Vas a poder hacer las preguntas que quieras sobre este temática.
Esta primera edición,
no
va a ser una formación que ofrezca
fuera de aquí.
(además tendrás la oportunidad de comentarme tus preguntas o caso para poder
incluirlas en ese webinar)
|