¿Tu reloj interno está en hora o necesita ajustes?

¿Tu reloj interno está en hora o necesita ajustes?
Ni Blando Ni Negro Newsletter Logo - Silvia Vigo Lema

Hace poco me encontré reflexionando sobre cómo funcionan los relojes en nuestra vida.

No los de la pared ni el móvil, sino el reloj más fascinante de todos: el que llevamos dentro.



¿eh?

¿El que llevamos dentro?


Lo vas a entender ahora.


Imagina que tu cuerpo es una orquesta, donde cada órgano, célula y bacteria intestinal toca un instrumento.

El director de esta orquesta es tu "reloj maestro", ubicado en tu cerebro, marcando el compás de cada proceso.


Cuándo comer.

Cuándo dormir.

Cuándo despertarse.

Y hasta cuándo y cómo metabolizas los alimentos.


Pero... ¿qué pasa cuando los músicos llegan tarde o no están afinados?

Exacto: caos .


Seguramente nos sangren los oídos.


Esto es lo que sucede cuando los ritmos circadianos —nuestro reloj biológico interno— se desajustan.


Según un reciente estudio de principios de este año, la microbiota intestinal también tiene su propio "reloj", no trabajan las 24 horas del día, y ambos trabajan en perfecta sinfonía...

siempre y cuando mantengas los hábitos adecuados.



Sin embargo, con las largas jornadas frente a pantallas, cenas tardías, dormir poco, comer en horarios irregulares y esos picoteos a diario, es fácil caer en un círculo vicioso donde todo se descompone.


Donde todo se desajusta.

Donde se crea ese pequeño (o no tan pequeño) caos.

Donde se desajusta el reloj de nuestra microbiota.


¿Qué significa esto?


Cuando los relojes de tu cuerpo pierden la sincronía, no solo aumentan las ganas de comer a deshoras, sino que el metabolismo se vuelve menos eficiente.

Una sinfonía desordenada que puede abrir la puerta a problemas como el aumento de peso, el cansancio crónico, alteraciones metabólicas entre otras muchas cosas.


La buena noticia es que puedes volver a ser la directora de tu orquesta.

Aquí tienes 4 pasos sencillos que puedes implementar hoy mismo:


  1. Define un horario regular para tus comidas. Dale estructura a tus días, come siempre a las mismas horas.
  2. Cena temprano y evita comidas copiosas. Facilita una buena digestión.
  3. Evita los snacks constantes fueras de horas.
  4. Mima tu microbiota. Incluye alimentos ricos en fibra, fermentados y probióticos.

*Este último punto tiene un pequeño matiz, porque depende de si has sido diagnosticada de alguna patología digestiva y tienes que excluir algunos alimentos de tu plan nutricional ya que, aunque sean saludables, pueden sentarte mal.



La relación y el equilibrio entre tu microbiota y tus ritmos circadianos pueden llevarte a vivir con más energía, salud y armonía.


Y… relacionado con el punto 4, tengo que decir que después de pensarlo, lo más probable es que para el mes haga una formación en formato de webinar online sobre salud digestiva y microbiota.

Para que tengas toda la información de cómo puedes mimar tu microbiota a través de estas herramientas.

(Sin olvidar todos los demás factores)


Aún no sé el día.

Ni el precio. Solo sé que, por estar en esta newsletter, el precio va a ser muy asequible para ti.


Vas a poder hacer las preguntas que quieras sobre este temática.

Esta primera edición, no va a ser una formación que ofrezca fuera de aquí.


(además tendrás la oportunidad de comentarme tus preguntas o caso para poder incluirlas en ese webinar)



🎁 Tu Regalo 🎁

5 + 1 CLAVES.

Cómo hacer la compra de un forma adecuada.

Descubre las claves que harán que vayas a comprar de manera más consciente, sin caer en trampas y sabiendo qué es lo mejor para ti.