Hoy quiero hablarte de algo fascinante que acabo de leer.
Es increíble y saberlo puede hacer que tomes mejores decisiones.
Imagina que estás en un restaurante y, mientras ojeas el menú, ves una foto de
unas crujientes patatas fritas. Te llaman la atención, y sin pensarlo mucho,
las marcas como tu elección.
Luego, ves otro plato, quizás una ensalada o un sándwich.
Y aunque normalmente lo hubieras considerado “meh” (aunque hay ensaladas con
pintaza), esta vez te parecen más apetecibles de lo normal.
Pues resulta que no es solo cosa tuya.
Investigadores de la Universidad de Sídney han descubierto un fenómeno curioso
llamado "dependencia en serie" (
serial dependence
), que básicamente
dice que nuestra mente no juzga los alimentos de manera aislada.
Es decir, nuestra percepción de lo que vemos antes puede influir en lo que
sentimos y vemos después. ¡Es como un efecto dominó con la comida! 🍟➡️🥗
Por ejemplo, si acabas de ver una comida súper apetitosa, es más probable que
califiques lo siguiente con mejores ojos, aunque en realidad no sea tan
atractivo o saludable.
Si la última imagen fue algo que no te gustó nada, la siguiente opción que veas
también te puede parecer menos tentadora, aunque sea deliciosa.
Esto me hizo pensar en lo importante que es ser conscientes de cómo nuestras
elecciones alimentarias están influenciadas por factores que ni siquiera
notamos.
Quizás ese deseo de un postre extra no fue completamente “tuyo”, sino que
empezó cuando viste esas fotos de hamburguesas en Instagram justo antes de la
cena. 🍔📱
¿Qué podemos extraer de esto?
No todo es lo que parece.
Si alguna vez te has sentido culpable por elegir una opción menos “saludable”.
Por un lado, ¡relájate y disfruta de ella! A veces, nuestro cerebro ya está
"manipulado" antes de que podamos tomar la decisión.
Pequeñas decisiones, grandes cambios.
Saber cómo funciona este efecto puede ayudarnos a cambiar poco a poco nuestras
elecciones.
¿Qué pasaría si, antes de elegir, nos enfocáramos en imágenes más nutritivas?
Podría marcar la diferencia en cómo percibimos la comida que tenemos frente a
nosotros.
Este tipo de investigaciones no solo nos ayuda a entender nuestras decisiones,
sino que abre la puerta a estrategias para mejorar nuestra relación con la
comida.
Así que, la próxima vez que estés eligiendo entre una hamburguesa y una
ensalada, piensa:
«¿Es mi elección, me apetece o solo es un efecto en cadena?»
Y que queda claro, son válidas cualquiera de ellas.
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